En 2007, The Washington Post publicó un artículo de lo que viene siendo uno de los experimentos sociológicos más famosos de nuestra época. El periódico le había pedido a Joshua Bell, considerado uno de los mejores violinistas del mundo que actuara como un músico callejero en el metro de Washington a la hora punta de la mañana.
Tres días antes de su actuación en el metro, había tocado en el Symphony Hall de Boston a un precio de 100 dólares por asiento. ¿La diferencia? El contexto. Un buen producto o servicio en el
contexto correcto es impresionante. El mismo producto o servicio en un contexto banal, ni siquiera nos da una oportunidad. Simplemente los consumidores nos borran.
Pero en el mundo del marketing y las marcas, ¿qué es el contexto? ¿Y cómo las organizaciones lo crean?
Pregunta a un emprendedor o empresario en qué negocio está y probablemente te informará sobre su producto. Puede pasarse horas hablando de su producto o servicio y sobre los productos y servicios
de sus rivales. Ahora pregúntale cuál es el momento de decisión más importante en su negocio y probablemente te dirá que es cuando el consumidor decide comprar o no comprar el producto o
servicio. El producto y la transacción económica son los reyes absolutos. Esto significa que no atienden al contexto.
El contexto empezaría mucho antes que el momento de la decisión de compra, y es mucho más que el producto o el servicio. El contexto sabrá sobre todo de encontrar a tu audiencia correcta y
hacerle entender los beneficios de tu producto. El contexto trata de garantizar que el producto se vea de la mejor manera posible y se consuma en el mejor entorno complementario posible.
Pero en última instancia, ¿dónde reside el contexto? La respuesta: en la mente del cliente. Al crear un contexto las marcas quieren posicionarse en la mente de los clientes. Quieren conseguir
crear el entorno más receptivo para sus marcas.
Steve Jobs fue un gran maestro del contexto. Desde las tiendas de Apple hasta sus mágicos lanzamientos de productos de Apple, el contexto era lo principal. Apple ni siquiera (oficialmente)
participa en la mayor feria comercial de electrónica de consumo (CES) donde la mayoría de las otras compañías de electrónica de consumo muestran los nuevos productos que están lanzando, el
contexto no es el correcto. En su lugar, opta por crear y controlar el contexto de los lanzamientos de sus nuevos productos donde pueden maximizar el impacto.