Como consumidores tenemos una gran responsabilidad, nosotros tomamos las decisiones sobre las marcas, con nuestros actos podemos cambiar el rumbo de las mismas hacia la sostenibilidad.
Un claro ejemplo de cómo ejercemos este poder es mediante la observación y la demanda cuando las marcas hacen cosas que no nos gustan, o el aplauso cuando llevan a cabo acciones que están en línea con nuestros valores y motivaciones. En el mundo de hoy, es fácil, con tantas herramientas de comunicación y tanta información a nuestro alcance.
Una de las empresas que se ha visto en el centro de la observación en las últimas semanas ha sido Inditex, a la vez sus marcas Zara y Bershka han sido foco de críticas y halagos.
Mientras varios clientes denunciaban a la empresa por sexismo y transfobia, se publicaba la noticia de Eliza Brichto, una niña de Inglaterra que se declaraba la mayor fan de Zara a través de una carta, dirigida a la marca. En el escrito la pequeña les pedía ser modelo de Zara Boys, puesto que esta es la ropa que a ella le gusta usar.
En el primer caso, las personas han denunciado que se les denegó el acceso a los probadores por considerar los empleados que no correspondían con el género asignado, recordemos que en las tiendas del grupo Inditex se diferencian entre probadores masculinos, probadores femeninos y probadores infantiles. El alegato de los empleados para prohibir la entrada libre de las personas a cualquier probador de la tienda no ha sido otro que decir que era política de empresa, aunque en las redes sociales, la respuesta de la marca ha sido la de disculpa y decir que revisarán estos casos aislados porque no se corresponde con su política.
En el otro extremo encontramos el caso de la niña de siete años, que tras enviar su carta a Zara, ha recibido una respuesta que ha sido ampliamente aplaudida en la web social. La marca ha invitado a la niña a su sede en España para visitarla, conocer a sus diseñadores y hablar con ellos.
Y es que gustan las marcas que dan respuestas, pero atención también aquellas que son capaces de mantener sus valores a través de sus propios empleados, de motivarlos y hacerlos partes de un compromiso, tenerlo claro a lo largo de toda la organización es algo importante y valioso para la marca y los consumidores, es algo que hemos comentado en este blog de marketing sostenible en más de una ocasión.
De una forma u otra, el asunto es que las marcas deben ser capaces de afrontar y abarcar con sostenibilidad y con todos sus sentidos los cambios sociales que están teniendo lugar, en plena reivindicación por los derechos LGTBI y por la igualdad de género, los patrones tradicionales deben mudar para que todas las personas se sientan incluidas, para que todas se sientan cómodas y tengan acceso a las marcas y a aquello que mejore su bienestar. Y más aún, las marcas pueden encabezar esta demanda social para que todas las personas disfrutemos de los mismos derechos. Entre todo, una experiencia positiva está siendo la visibilización de modelos transgénero en las pasarelas y en las portadas de las revistas, y en eventos donde estas modelos cuentan sus propias historias para inspirar a la transformación que se abre paso.