OH! QUE MONO, QUÉ COSA MÁS BONITA, QUE CUCADA, ESTÁ PARA COMÉRSELO...
Cuando vemos una imagen, cuando vemos a alguien, a un niño, un paisaje, la televisión, sea cual sea la imagen, nuestro cerebro la procesa por una doble vía. Por la vía cultural, que depende entre otras cuestiones de la época en la que vivimos, del país donde residimos y de nuestras circunstancias por así decirlo
Pero también codificamos esa imagen por nuestra biología. Por nuestra evolución. Especialistas en neuroestética nos hablan de unos modelos o criterios trans- culturales de expresividad o de belleza, por encima de estilos, modas, religiones o temporadas.
A pesar de esta policodificación de la imagen antropólogos del todo el mundo hablan de la existencia de modelos o cánones universales de belleza, porque han observado ciertos elementos similares en el arte decorativo desde el paleolítico superior por todo el mundo (poblados esquimales, africanos europeos, peruanos, etc.)
Todos tenían un elemento común simple. Observando espirales o círculos concéntricos desde aquella época, predomina la preferencia por la simplicidad, el orden y la simetría, por las formas cerradas y el rechazo de los ángulos agudos.
Estas formas redondeadas coincidían con las que Konrad Loren estableció como la morfología anatómica que despertaba afectividad de los adultos hacia los niños o los cachorros.
Y que reunían una serie de características como eran:
-Tamaño Mayor de la cabeza con respecto al tronco.
- Frente abombada
- Ojos Grandes
- Extremidades cortas y gruesas , mofletes sobresalientes
En resumen todos los elementos que hacen que digamos de un bebé que es achuchable.
Para sorpresa nuestra es la propia inteligencia de la naturaleza quien nos hace así para que como especie queramos y protejamos a los más pequeños y este hecho, se llama Neotenia.
Es de esperar que las marcas conozcan esta debilidad de los humanos y que lo utilicen, siendo conocido como el Principio del cachorro y a través del cual, exactamente como decimos, intentan hacer mella en nuestros puntos débiles.
Más aún porque también saben que estudiosos del comportamiento del consumidor como Roberto Álvarez del Blanco, Andrés Cisneroso o Jürgen Klaric afirman que el 85% de nuestras decisiones de compra en el punto de venta las tomamos de forma irracional, es decir, que si somos irracionales mientras compramos y vemos imágenes que por nuestra propia biología hace que las queramos proteger y achuchar, entonces el éxito está asegurado.