Jugar en igualdad

El tema que abordamos hoy en nuestro blog de marketing sostenible no es nada nuevo, todos los años por estas fechas es una cuestión que en mayor o menor medida se trata, y es justamente eso lo que más nos llama la atención, que a pesar de ser un tema de dominio público navidad tras navidad siguen reproduciéndose los mismos modelos. Nos referimos a los juguetes y cómo estos son capaces de conformar una división de géneros con formas y colores, disciplinas y sistemas que acaban reproduciendo toda una serie de antiguos estereotipos y roles, entendidos algunos como propiamente femeninos y otros como propios del universo de lo masculino.

 

Si en los últimos años y de ello hemos tratado en otras veces, Publicidad en infancia y en Infancia y Marketing Sostenibe  hemos podido comprobar como se iban dando pasos hacia un mercado del juguete más igualitario y responsable, la realidad es que en su inmensa mayoría los juguetes mantienen unos códigos que creíamos superados.

 

ncluso encontramos casos, como el de Lego, uno de los más llamativos, que ha retrocedido en sus publicidad, como habéis podido ver en la imagen, si bien hace unas décadas (momento en el que aparentemente la sociedad podía mantener unos modelos estereotipados más fuertes que los actuales) su publicidad estaba libre de ellos, en cambio, sus anuncios actuales apela a los colores típicamente asociados a las niñas y a las temáticas.

 

 

 

¿Qué podemos hacer?

 

 

La claves están en la educación, el respeto y la libertad.

 

Muy especialmente debemos prestar máxima atención a la educación en valores igualitarios y pacíficos que enseñen a los niños y niñas que no viven en diferencia y por ende en desventajas unos/unas con otros/as. Y de otro lado, hay que sumarles el respeto y la aceptación de las decisiones libres que tomen nuestros hijos e hijas.

 

Si crecen en ambientes de tolerancia y conocimiento serán y se sentirán libres de elegir aquello que les gusta, sin presiones ni condiciones porque no crecen sometidos ni sometidas al juicio de las etiquetas, este sin duda sería un legado magnifico para los más pequeños.

Pero a la vez, hay cada vez más casos, incluso de personas con notoriedad que suman esfuerzos con la normalización de las elecciones que toman sus hijos, como fue el caso de la cantante Adele, quien paseó con su hijo disfrazado de una de las protagonistas femeninas de la película de animación Frozen  y no es el único, cada vez más casos toman luz a través de la web social, ejemplos de niñas y niños que presumen felices de sus decisiones y de padres y madres que comparten estos mensajes para demostrar que otro mundo es posible alejado de los juicios.


 

Personalmente, adoro el rosa, las princesas, de pequeña no quería vestir de otro color, pero al tiempo desmontaba linternas, coches y aparatos electrónicos. Tuve una infancia feliz que seguramente determinó muchos de los valores por los que hoy trabajo.

 

Como siempre decimos en este blog de marketing sostenible, a las marcas “queridas marcas, esto no es lo que era” y a los consumidores y consumidoras, el poder está ahora en vuestras manos, cedamos parte de este poder a la infancia para que asuman decisiones felices, propias, libres y ayudémoslos/as para que además sean responsables y sostenibles, no en vano, ellos y ellas son el futuro.

 

Cristina Sanabria Lagar: Soy una cuidadosa y sensible investigadora de la comunicación responsable, social y ética; de la publicidad y el marketing sostenible. Lidero un proyecto en el que defendemos una forma de trabajo que no sólo puede hacer del mundo un lugar mejor, sino también ayudará a diferenciar a tu empresa y elevar su valor.

 

 

 


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