Los iconos de la Navidad

Corona de Adviento: Este símbolo es toda una tradición cristiana y se coloca las 4 semanas anteriores al nacimiento. Durante esos 4 domingos seguidos se va a misa a cantar villancicos entre otros actos litúrgicos. Su simbólica es bastante sencilla. El círculo es símbolo del tiempo, las ramas representan la vida a través de su carácter vivo y las velas representan la adoración al Sol como origen de la fuente de la vida.

Calendario de Adviento: Es un calendario especial que sirve para contar los días de Adviento hasta la Navidad. Como el primer Domingo de Adviento varía entre el 27 de noviembre y el 3 de diciembre, los calendarios reutilizables comienzan el 1 de diciembre. El origen, cuenta la tradición, se debe a un padre alemán en el siglo XIX que quería canalizar la impaciencia de sus hijos por la llegada de la Navidad. Y creó este calendario donde cada día colocaba figuras de culto a las que los niños adoraban.

Los villancicos: Derivados de las formas de danza medievales españolas, el villancico proviene del siglo XV, originalmente eran canciones populares y posteriormente empezaron a modificarse para cantarse en las iglesias. A menudo los villancicos tienen carácter didáctico y en ellos hay una yuxtaposición de elementos dispares, entre lo sagrado contra lo profano, lo refinado contra lo vulgar, lo alto contra lo bajo, que ha dado al villancico su carácter popular y se ha extendido por el mundo entero.

Los belenes: es la representación plástica del nacimiento de Jesucristo, se suele exponer durante las fiestas de Navidad. El primer belén que se montó para celebrar la Navidad, según la tradición se lo debemos a San Francisco de Asís en una cueva próxima a la ermita de Greccio. En la escena no había ni figuras ni miniaturas, solo utilizó animales, el buey y la mula y un pesebre vacío. Aunque existían representaciones anteriores a este acto, los historiadores coinciden que fue a través del representado por el santo, el que popularizó la recreación del nacimiento en estas fechas.

El árbol de Navidad: Desde tiempos muy antiguos, se introducían en las casas hojas y flores con un significado religioso. En la Roma y Grecia clásicas con hiedra, los Celtas con muérdago. Pero la historia o leyenda del árbol actual proviene de Alemania del Siglo VIII. San Bonifacio estuvo predicando por esas tierras. Al volver a ellas pasado unos tiempos, vio con tristeza como los Germanos habían vuelto a sus antiguas tradiciones de honrar a Odin decorando un árbol perenne. Entonces cogió un hacha y ayudado por un fuerte viento derribó el árbol. Pero de este quedó un tallo, totalmente limpio y esbelto. Entonces decidió decorarlo colocando manzanas que 

    simbolizan la tentación y velas que representaban la luz ce Cristo.

La estrella: La leyenda todos la conocemos. En el momento del nacimiento de Jesucristo, una estrella marcó el camino para todos aquellos que querían visitarlo. El simbolismo de la estrella es también muy sencillo, representa la luz de Dios, y de ella salen tres líneas, que simbolizan a la Santísima Trinidad.

Los ángeles: En la tradición cristina, los ángeles fueron los que trajeron la noticia de que Jesucristo había nacido a los habitantes de la zona. Esta historia está sacada de los evangelios. “El ángel les dijo: no temáis, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre."

El bastón de caramelo: existe desde finales del siglo XIX y es algo muy ligado al cristianismo anglosajón. El color blanco representaría la pureza de la Virgen, la Inmaculada y el color rojo su sangre, y la forma sería una J, no un bastón, la inicial de su nombre. Hay otra leyenda (más cercana a la realidad) del siglo XVIII, el maestro del coro de la Catedral de Colonia, al ver que los niños montaban mucho alboroto en la celebración de la Navidad, encargó a un maestro pastelero un dulce para repartir entre ellos. Pero le pidió que tuviera forma de bastón para representar a los pastores que fueron a ver a Jesucristo nacido.

Las campanas: Las campanas simbolizan lo mismo que el resto del año, pero también representan la alegría del pueblo por el nacimiento del niño Jesús.

Muérdago: El muérdago es muy habitual, sobre todo en los países anglosajones, como adorno navideño por todas las casas. El muérdago siempre ha estado muy presente en la iconografía religiosa-mágica de las culturas. Los Druidas, por ejemplo, cortaban el muérdago con su hoz de oro, cerca del solsticio de invierno, lo que hoy es nuestra Navidad y lo introducían en las casas para traer buena suerte, amor y paz. Como muchas otras costumbres saltó al cristianismo.

Galletas de jengibre (gingerbread): Esta especie de postre navideño proviene como muchas otras de tradiciones de europea. La leyenda cuenta que un monje armeno creó su receta y tras viajar hasta Francia para instalarse en un monasterio, empezó a crearlas en la época navideña para repartirlas entre los niños de la zona en el año 992, y de allí comenzaron a extenderse por todos los lugares del mundo.