NO, cuando el consumidor dice NO

Salvados, el programa de Jordi Évole nos ha mostrado en el último año algunos de los impactos que nuestras decisiones de consumo producen en las comunidades a lo largo y ancho del mundo. Todos recordareis el programa en el que se abordó la industria textil, uno de los sectores en los que las condiciones de los trabajadores están aún lejos de considerarse dignas. Hace una semana entrevistó a Naomí Klein autora del ya archiconocido libro No Logo y con la que trató temas como el cambio climático, la responsabilidad de las empresas y de los dirigentes políticos, así como el activismo social.

Pero si hay un programa que nos ha causado impacto por la barbarie de las historias ha sido el emitido este domingo, un retrato de las consecuencias de la extracción del mineral coltán en el Congo que se utiliza en nuestros móviles. Historias de vulneración de los Derechos Humanos, terribles violaciones de mujeres y menores esclavos.

Uno de los entrevistados en el programa fue Denis Mukwege, director del Hospital Pazi ginecólogo y activista congoleño, premiado internacionalmente por su labor en el tratamiento de las mujeres que han sido violadas.

- “Debemos aceptar que estamos en una aldea global donde la responsabilidad es compartida”

- A la pregunta de Jordi ¿cómo podemos contribuir como consumidores a que el sufrimiento en su país sea menor? el doctor respondió “cuando el consumidor esté informado, cuando el consumidor pida: quiero que mi teléfono esté libre de ese material de conflicto, entonces los productores tendrán mucho cuidado respecto a sus fuentes de suministro”

- “El que manda en todo esto es el consumidor y esto es importante porque puede cambiar el comportamiento de las multinacionales”

-“Si los consumidores dicen no no podrán seguir haciendo negocio”

Y estás frases resumen perfectamente lo que está ocurriendo actualmente. Porque el mundo está lleno de dolor, incertidumbre, políticos aberrantes, corrupción y víctimas pero también está lleno de personas que puedan dar un paso al frente, alzar su voz y decir NO.

Dice la escritora Roxane Gay “La gente comete atrocidades constantemente y no por eso renegamos de nuestra humanidad a cada paso. De lo que renegamos es de esas atrocidades”.

Debemos preguntarnos cuánto necesitamos en nuestras vidas y a qué precio (para los demás), cuánto más podemos extraer de la naturaleza y desterrar el pensamiento simplista de que lo que sucede es responsabilidad de otros.

¿Dejamos de consumir en Zara después de la investigación de la BBC que desvelaba el trabajo de refugiados sirios en sus fábricas de Turquía? Acaso se vacían las tiendas de Primark a pesar de conocer las condiciones a las que somete a sus trabajadores en Bangladesh. Si tienes que consumir sé responsable, investiga, pregunta, toma tu poder porque nuestra decisiones afectan más allá de nuestras propias miras. Elige aquellas marcas que asumen retos para cambiar el mundo y reclama al resto que se sume al cambio. No se trata de dejar de consumir si lo necesitas, pero cambia el modo de hacerlo hacia el consumo responsable y sostenible.