Grandes Engaños de la historia del mundo del marketing y las empresas.

 

Creo que esta historia es bastante conocida y no es ninguna sorpresa. Marco Polo, el famoso viajero y comerciante veneciano, fue quien dio a Italia su alimento nacional: la pasta. Según la historia, los fideos fueron descubiertos por Marco Polo durante sus viajes a China. Allí eran ampliamente consumidos en ese momento y tan impresionado quedó de su sabor, su popularidad y su valor nutritivo, que trajo los fideos de vuelta a Venecia en una de los grandes viajes de la historia. El resultado de esto, todos lo sabemos y es que los italianos se enamoraron de la pasta y el resto ya es historia. 

Es una crónica fabulosa, una epopeya con su planteamiento, nudo y desenlace feliz como mandan los cánones, el problema es que es totalmente falsa. En Estados Unidos, la industria de la pasta data de 1848, año en el que se instauraron las primeras fábricas en Brooklyn. Con el cambio de siglo los campos de los Estados Unidos se recuperaron de la horrible Guerra Civil y la pasta tuvo un crecimiento sin igual. Pero a lo largo de unos años el crecimiento se estancó con los cambios sociales y la llegada de productos manufacturados en los años 40. Entonces se creó la Asociación Nacional de Fabricantes de Macarrones y decidieron seguir los pasos de los fabricares de espinacas, pero en lugar de crear un personaje ficticio como ellos, buscaron en los orígenes de Italia y pocos tan famosos como Marco Polo, así que crearon esta historia para aumentar sus ventas.

 

 

Como podéis imaginar este no ha sido el único engaño en la historia del marketing. Algunos más simpáticos, otros más dolorosos, vamos a ver algunos de los que se saldaron sin ningún perjuicio para los consumidores, los crímenes serán para otra historia.

 

 

Víctor Lustig: Vale, la estafa no es un negocio ético, pero dentro de este negocio ético Víctor Lusting (1890 – 1947), sería de los estafadores más íntegros de la historia. Sus métodos solo pretendían estafar a políticos y empresarios corruptos. Nació en la actual República Checa, aparte de otras estafas en todo el mundo se le recuerda por el caso de la Torre Eiffel. Aprovechando que los medios de comunicación habían publicado problemas de mantenimiento en el monumento y que la opinión pública estaba totalmente en contra de esta torre, Lustig se hizo pasar por un alto funcionario francés con la intención de vender la chatarra de la torre. Visitó a empresarios que muy pronto le dieron suculentos sobornos para llevarse el premio.

 

 

Strauss, Perel, Lowann: Nos encontramos a principios de los años 30 en España. En esos años se introdujo un juego de ruleta eléctrica de la marca "Straperlo" acrónimo de los apellidos de los 3 holandeses que introdujeron el juego. Una ruleta totalmente legal puesto que fue aprobada por el ministerio, luego se supo que estos permisos estaban lubricados con buenos y suculentos sobornos a un gran número de políticos.

 

¿Por qué era un timo? El juego consistía en una especie de ruleta pero con tan solo 13 números. Cuando llevaba un tiempo funcionando, los jugadores más avezados podían ver un patrón en ella. Ya sabéis que quien consigue un patrón tiene un filón. Entonces era cuando las apuestas empezaban a calentarse y a subir el dinero de los apostantes, que pensaban que habían conseguido descubrir el secreto de la máquina. Entonces se activaban una serie de circuitos que cambiaban ese patrón dejando sin blanca a los pobres jugadores, que creían que iban a conseguir una pequeña fortuna. Este caso se convirtió en uno de los casos de corrupción más graves de España, si queréis saber más, os recomendamos este fabuloso reportaje de Álvaro Van den Brule para el Confidencial.

 

 

David Hampton – Nos encontramos en Manhattan, la Manhattan más yuppie y elitista de los años 80. En este contexto nació la famosa discoteca Studio54. A David Hampton le negaron la entrada por ser afroamericano. Así que a David no se le ocurrió otra cosa que hacerse pasar por un hijo del que podría ser el padre más famoso de la época, Sydney Poitier y así, además de entrar en el emblemático club, se introdujo en la élite de Hollywood. Y como la cosa funcionaba, utilizó su reciente paternidad para pedir dinero a otras estrellas de Hollywood como Melanie Grifith, Gary Sinise e incluso Clavin Klein, e incluso llegó a vivir en sus casas. 

 

Carlo Ponzi - En Harca Marketing Sostenible siempre hemos pensado que la venta piramidal o cualquier sistema parecido es una estafa, por eso el creador de este sistema Carlo Ponzi, no podía faltar en esta lista. Este método es un sistema en el que el timador busca a unos inversores que convencen a más inversores y así sucesivamente. De esta manera, la inversión de estos últimos es en realidad el beneficio de los primeros.

 

Para llevar a cabo su estafa creó la empresa Securites Exchange Company a principios del siglo XIX. En su empresa prometía unos intereses del 50% en 90 días, y claro los pequeños y grandes inversores sucumbieron enseguida. La investigación de las autoridades descubrió que había más de 40.000 inversores y que habían recaudado unos 15 mil millones de dólares. Y Ponzi acabó con los huesos en la cárcel.

 

Nick Leeson - Nick Leeson era un operador de bolsa británico que con tan solo 27 años llevó a la quiebra en 1995 a una de las instituciones financieras más reputadas de Inglaterra, la banca Barings. Anteriormente a su estafa había conseguido importantes beneficios para la sociedad, lo que le llevó a contar con la aprobación total de la junta directiva de la banca. Su método era hacer creer que invertía el dinero de clientes de la banca cuando en realidad invertía el propio dinero de esta. En un intentó de recuperar el dinero, apostó todo por el mercado de Tokio pero fue un auténtico fracaso y perdió más de 1.400 millones de dólares dejando a la banca Barings en bancarrota.

Su historia fue llevada al cine con Rogue Trader, protagonizada por Ewan McGregor. 

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