La ética empresarial: el trabajo que importa

La teoría feliz de la ética empresarial es extremadamente sencilla: hacer lo correcto y con ello conseguirá también maximizar sus beneficios a largo plazo. Al iniciar estas pautas, no sólo se consiguen mejores resultados para el medio ambiente, sino que también se mejoran los resultados para nuestro negocio. Después de todo, si hacemos lo correcto se reflejará en nuestra marca, marcará nuestra reputación, nos ayudará a atraer mejor personal de la comunidad hacia nuestro negocio, de la misma comunidad que luego va a elegir comprarle a usted.

 

 

 

Hacer lo correcto significa todo esto y por lo tanto, va a hacer mejor a nuestro negocio. Problema resuelto.

 

 

La teoría infeliz de la ética empresarial es la siguiente: usted y su empresa tienen una responsabilidad fiduciaria de maximizar los beneficios. Para esto, el resto de las cosas no es más que hacer trampa a sus inversores. Y en un mundo competitivo como en el que nos ha tocado vivir, usted y su empresa no tienen mucho margen de maniobra aquí.

 

 

 

Si a usted le ha gustado la teoría infeliz de la ética empresarial, tenemos un problema enorme.

 

 

 

Pero la teoría feliz de la ética empresarial tiene también un problema enorme. A medida que el mundo en el que vivimos se hace más complejo y competitivo, es más difícil ver a largo plazo. Dada las enormes apuestas de las empresas a corto plazo (promociones, descuentos, publicidad agresiva, etc.), los negocios se están volviendo menos transparentes. Y debido a esto, es mucho más difícil para cualquier persona asumir su responsabilidad. ¿Esto puede hacer que la teoría feliz empiece a desmoronarse? Después de todo, si asumimos el fin último de la teoría feliz, si los efectos a largo plazo de una decisión de hoy es posible que no tengan un impacto en el beneficio de este proyecto (que finalizará en pocas semanas), entonces es difícil argumentar que la maximización de las ganancias y hacer lo correcto estén alineados.

 

 

 

El pequeño negocio local que pone muy poco beneficio a largo plazo para su buen comportamiento, si se va a la quiebra antes de que llegue el largo plazo, no creo que pueda asumir la teoría feliz.

 

 

 

O quizás no. En las pequeñas empresas, todo se reduce a esto: sólo las personas pueden tener ética. Si no tienes interiorizado la responsabilidad y la forma correcta de hacer los negocios, de nada te va a servir implantar acciones de RSC, porque entonces si que no van a llegar los resultados, ni a largo plazo ni a corto.

 

 

 

Es preocupante que nos absolvamos a nosotros mismos de la responsabilidad cuando hablamos de ética empresarial y de la Responsabilidad Social Corporativa. Y tampoco hay que hacerlo cuando hablamos de las grandes empresas. No hay que olvidar que las corporaciones están llenas de personas, y debemos insistir en que esas personas hagan lo correcto. No que lo haga el departamento de RSC que suele estar aislado, sino que lo haga la propia cultura corporativa de la organización. De lo contrario, si tratamos la Responsabilidad Social Empresarial de nuestra empresa como meras acciones puntuales, o como un departamento más de nuestra empresa estaremos haciendo caridad no estaremos abrazando la teoría feliz de la ética empresarial.

 

Aquí puede comentar y compartir este post

Escribir comentario

Comentarios: 0