Hoy, Día Mundial de la Educación Ambiental es imprescindible parar unos minutos el reloj del lunes y reflexionar sobre nuestra relación con el planeta. Nadie es indiferente a los problemas climáticos, al uso insostenible de los recursos y a las desigualdades, que acarrean un modelo de consumo desbordado más allá de los límites de la naturaleza.
Nadie, puede quedar al margen ya del desarrollo sostenible, por eso, queremos aprovechar esta jornada para hablar de lo importante que es la educación para la sostenibilidad.
Aunque las definiciones de los conceptos sostenibilidad y desarrollo sostenible estén ampliamente extendidas, traducidas y comentadas, nuestro ritmo de consumo, las actuaciones empresariales poco responsables y la falta de prácticas y políticas tangibles en favor de la educación sostenible, demuestran que estos términos no están siendo bien entendidos ni muchos menos utilizados en favor de un futuro mejor.
Hay estudios que demuestran una relación inversamente proporcional entre educación y sostenibilidad en los países más ricos, es decir, a mayor nivel educativo mayor nivel adquisitivo y menores son los patrones de conducta sostenibles, al contrario de lo que podemos conseguir, causamos mayores impactos medioambientales y sociales.
¿Cómo es posible que en una sociedad desarrollada e informada ocurra algo así? Si realmente queremos responder a esta pregunta es necesaria la reflexión sobre lo qué hacemos y cómo lo hacemos. Para meditar como es debido sobre el futuro sustentable, antes debemos tener las capacidades que sólo a través de la educación para la sostenibilidad podemos alcanzar.
La respuesta no es sencilla ni a la pregunta anterior ni a si el actual sistema educativo puede cambiar a un modelo sostenible. Para que entendamos la verdadera importancia de la educación para la sostenibilidad, hemos resumido sus principios en:
1. La educación, como se ha venido entendiendo, tiene que reorientarse, esto supone la transformación de los planes de estudio: incluir materias referentes al medio ambiente, la economía sostenible, la ética y los aspectos sociales.
2. El cambio ha de hacerse en todos los niveles de la educación, desde los niveles básicos donde el niño empieza a adquirir los valores de su personalidad, hasta la universidad, en la que se forman futuros profesionales que deben serlo desde la sostenibilidad aplicada a su vida y al trabajo.
3. La educación para el desarrollo sostenible empodera a la persona: la capacita para estar informada, para que reconozca los problemas, la dota de valores y la prepara para tomar decisiones éticas.
4. Una educación para la sostenibilidad significa que ganaremos en calidad de vida y en justicia social.
5. La educación sostenible implica además que las empresas se comprometan con la sociedad en pro de modelos de consumo sostenible.
Cabría preguntarse ahora, ¿estamos dispuestos a estos cambios?
No es posible detenerse a otros planteamientos cómo si podemos o si estamos preparados para el cambio, se trata de tener la disposición para asumir la responsabilidad social y medioambiental que nos corresponde.
La educación es algo que nos acompaña durante toda la vida, en si misma tiene un carácter social enorme, puesto que a cada etapa de nuestro desarrollo nos habla de la persona que seremos en el futuro.
En el colegio progresas adecuadamente, en el instituto te preparan para dar el paso a la universidad y a otra fase de la vida más responsable, y en la universidad nos hablan del mundo real. Y el mundo debe ser mimado, sentido, vivido, trabajado desde el desarrollo sostenible.
Aunque nos parezca una transformación ardua, es tan sencillo como hablar a los niños, a los adolescentes y a los jóvenes de las comunidades, del respeto por los recursos que nos dejaron y que debemos cuidar para nuestros nietos, de otras realidades, etc. Desde la sociedad desarrollada, de mentes consumidoras conectadas, paradoja de la existencia actual, no somos capaces de ver lo que está pasando. Pero en los países más pobres, allá donde la educación se abre paso con muchas ganas, un agricultor trabaja la tierra con un nuevo método de cultivo sostenible, un grupo de niños está aprendiendo los valores de su comunidad y un colectivo de mujeres se empodera al estudiar para mejorar su salud y la de sus hijos.
Si estamos en una nueva era tecnológica, de la información, de medios que dan voz a muchos, aprovechemos los vínculos que nos permiten crear y hagámoslos más humanos.
Sobre lo que necesitamos para conseguirlo: innovar, innovar e innovar los valores de nuestro sistema educativo. Que la educación adopte múltiples enfoques orientados a la acción sostenible y que sea importante para quien la recibe. La educación sostenible es la base del futuro, sólo a través de ella seremos autónomos y responsables.
En esta transformación hacia el modelo educativo sostenible, muchos son los agentes que intervienen, no sólo los centros educativos. Como ya hemos apuntando, también las empresas pueden inspirar, ojo decimos inspirar, no formar, a la sociedad para ser más responsables. Pueden hacerlo aquellas empresas que sientan en su origen la responsabilidad social como un todo, que impregna cada rincón de su organización, empleado, actividad y repercusión. Y para estas empresas, el marketing sostenible está a su servicio, como un mecanismo fabuloso, que es valedor y promotor de un consumo más consciente y justo para todos.
Soy Nadia Sanabria Lagar, responsable del área medioambiental de Harca Marketing Sostenible. Licenciada en Biología y máster en Educación, es la conjunción perfecta para desarrollar mi trabajo fuera y dentro de Harca. Desde mi labor externa, educo a jóvenes en los valores del respeto al medioambiente y la naturaleza, dentro de Harca, hago lo mismo pero con empresas, marcas y consumidores.
Aquí puedes comentar y compartir este post
Escribir comentario
Yeezy Boost 350 V2 Replica (jueves, 01 junio 2017 06:20)
The shoes, though never sold directly by adidas, have nonetheless found a market among sneakerheads. Some are selling for up to $250 online.