Herman Miller

Cuando hablamos de marketing sostenible, puede hacer a más de uno fruncir el ceño. Aunque algunas veces no les faltan argumentos. Muchos piensan que este marketing tiene como fin hacer pasar a las empresas por responsables y respetuosas cuando no lo son.

Y es algo que no está lejos de la realidad en ciertas ocasiones. Algunas empresas han pensado que podían sacar partido de esta gran ola de consumo sostenible, quedándose solo en la superficie.

Pero nosotros no vamos a hablar de estas marcas. Nosotros queremos escribir sobre empresas que tratan de poner en valor y hacer ver al consumidor que la elección de compra hacia un producto sostenible es la opción más razonable, interesante y produce más satisfacción que cualquier otro producto.

Las compañías pueden y DEBEN (si quieren adaptarse a los tiempos y no perder clientes en un futuro próximo) cambiar la forma de pensar de los consumidores mediante la generación de una preferencia por los productos y servicios sostenibles.


En este sentido, hoy hablamos de Herman Miller:

Herman Miller inc, diseña y fabrica muebles, productos para interiores y otros servicios relacionados para la oficina, el hogar y entornos relacionados con la educación superior. Vende en todo el mundo a través de sus vendedores, su red de comerciales, sus representantes independientes e Internet. Fundada en 1905, es una compañía pública con un valor de 1.700.00 millones de dólares.

Estrategia:aquello que le importa a Herman Miller (diseño, innovación, sistemas de oficina de alto rendimiento y sillas), ha coexistido junto a su compromiso de la defensa medioambiental durante décadas. Su fundador D.J. Depree requería que todos los nuevos sitios tuvieran un 50% de espacios verdes y en 1953 dijo que, “Herman Miller será un buen timón corporativo para el medio ambiente”. En los años 80, un grupo de empleados empujaron a sus directivos a tomar una decisión rotunda sobre el medio ambiente, y en 1993, Herman Miller colaboró con arquitectos, ingenieros, desarrolladores, constructores, fabricantes de productos, organizaciones sin ánimo de lucro y agencias gubernamentales para crear de forma conjunta el Consejo de Construcciones Verdes de EEUU. Y buscar la manera de hacer que las construcciones se creasen con la idea de la sostenibilidad en mente. La mayor contribución del grupo fue la de definir los estándares LEED, líder en el diseño medioambiental y promotor de las prácticas de construcción ecológica.

Solución: Convertirse en una empresa sostenible es intrínseco al espíritu de Herman Miller, a su sistema de valores y su herencia. Este compromiso lo demuestran sus numerosos edificios ecológicos/económicos, su proceso de productos de diseño, su referentes en cuestión de gestión y su formación medioambiental.

En 2013, diseñaron Mirra, la primera silla diseñada con los protocolos DfE , que se concentran en crear valor económico al tiempo que respetan el entorno. Está fabricada a partir de un número de partes mínimas y se desmonta con facilidad para fomentar su reciclaje. Sus materiales son 96% reutilizables y 100% libres de PVC.



Herman Miller, comunica de forma regular en todos los medios para la Perfecta visión de una compañía, iniciativa que ha establecido significativas metas de sostenibilidad para el año 2020: incluyendo cero desperdicios, cero generación de materiales nocivos, 100% de energías renovables y 100% de ventas en productos aprobados por los estándares.

Los resultados: el historial del director ejecutivo ahora también incluye el cumplimiento de estas metas medioambientales. En 2013, Herman Miller ha reducido su emisión de carbono en un 80% y utiliza un 100% de su energía renovable para sus operaciones en todo el mundo. Sus iniciativas de ahorro de combustible han supuesto más de 700.000 kilómetros,realizados en bicicletas o en sistemas para compartir vehículos, y han reembolsado a sus empleados 111.000 dólares por cada compra de bicicleta o vehículos de bajo consumo.

Escribir comentario

Comentarios: 1
  • #1

    Yeezy Boost 350 For Sale (viernes, 21 abril 2017 10:12)

    Shortly thereafter, Karhu sold the logo to adidas—who had been formed four years earlier—for the hefty price tag of two bottles of good whiskey and about 1,600 euros.